El puente de glúteos es uno de nuestros mejores aliados para fortalecer y mejorar la fuerza en las piernas. Los músculos implicados en este ejercicio son principalmente la musculatura posterior de las piernas (los glúteos y los isquiotibiales), aunque también se ve implicada la zona lumbar, el abdomen y los cuádriceps.

Hay que tener en cuenta que los glúteos son uno de los grupos musculares más importantes de nuestro cuerpo y son un factor clave en el entrenamiento para la fuerza, la estabilidad y la potencia, y nos ayudan a poder progresar en nuestros entrenamientos. Cuando consigues unos glúteos fuertes, liberas carga en los cuádriceps consiguiendo una mejor movilidad y alineación de tu cuerpo.

A parte, el puente de glúteos es un ejercicio sencillo y que admite una gran cantidad de variaciones que nos permitirán trabajar la musculatura de diferentes maneras, evitando que el cuerpo se acostumbre a recibir siempre el mismo estímulo.

A continuación, te mostramos algunos de los beneficios de este ejercicio:

  1. Fortalece los músculos
    Normalmente cuando pensamos en ejercicios de pierna, nos vienen a la mente ejercicios de cuádriceps, olvidándonos de la cadena posterior. Haciendo el puente de glúteos fortalecemos especialmente glúteos e isquiotibiales, y toda la musculatura que estabiliza la rodilla, evitando dolores y/o lesiones de esta articulación.
  2. Mejora la postura
    Del mismo modo que fortalecemos los músculos de la cadena posterior, también fortalecemos la zona central del cuerpo (los erectores de la espalda y los abdominales) encargada de ayudarnos a mantener una postura correcta tanto cuando estamos sentados como de pie. Con el puente de glúteo fomentamos el trabajo del glúteo mayor, principal extensor de la cadera, cosa que nos ayudará a mantenernos erguidos y a disminuir la tensión lumbar. De ese modo nos puede ayudar a corregir desequilibrios posturales.
  3. Disminuye la tensión
    El puente de glúteos es ideal para todas aquellas personas que no pueden hacer otros ejercicios debido a dolores de espalda, de rodilla o de cadera (como una sentadilla), ya que no se ejerce presión sobre las articulaciones y se realiza acostado en el suelo, evitando la presión en la espalda.
  4. Compensa las articulaciones
    Muchos de los problemas articulares y/o lesiones en el entrenamiento son debidos al desequilibrio de los músculos: si hacemos un entrenamiento excesivo de la zona abdominal, olvidando la parte trasera, es posible que derive a dolores lumbares. Por ese motivo es importante trabajar y articular todo el cuerpo. Cuanto más tengamos trabajada la zona de la cadera, menor serán las lesiones y el cuerpo estará más liberado.
  1. Mejora el movimiento
    Actualmente son muchas las personas que tienen un vida sedentaria: trabajan sentados y sus patrones de movimiento se acortan. Con los años, su espalda poco a poco se va encorvando y los glúteos pierden fuerza, lo que les causa dificultad de movimiento y puede derivar a dolores y lesiones. Al realizar puente de glúteo de forma frecuente, fortaleces tanto los glúteos como los músculos lumbares, encargados de mantener el cuerpo erguido.

Rutinas de puente de glúteo